Cada día, el ser humano
sorprende si cabe aún más con su maldad, Desde 2010, los extremistas en Nigeria destruyeron decenas de colegios
matando a más de 1.600 personas. Violan, matan y queman a Cristianos.
Nigeria, el País más poblado de áfrica y el séptimo
del mundo se agrupa dentro de los grandes con perspectivas de inversión y
crecimiento. Situado en el oeste de África en el golfo de Guinea es hoy
actualidad por el secuestro aberrante y atroz el pasado 16 de Abril de 230 estudiantes,
de las cuales 43 pudieron escapar mientras la metían en los coches, niñas que
fueron secuestradas cuando estaban a punto de iniciar sus exámenes de fin de
curso con edades comprendidas entre 16 y 18 años.
El
nombre del grupo militante islamista significa "la educación Occidental es
un pecado" en el idioma local. El grupo se opone especialmente a la
educación de las mujeres. Pero estos
secuestros ya se iniciaron en Mayo del 2013 y mucho antes sucedieron ya por el
2010, verdaderas atrocidades que para el mundo occidental casi pasaron de
desapercibidas, ya que en aquel momento no interesaba contarlas ni intervenir.
NO puedo ni imaginar
el dolor y desesperación de unos padres ante esta situación. Hijas secuestras,
violadas y maltratadas por verdaderos demonios, hombres que parecen haber
salido del infierno y no del vientre de una mujer.
Un país con 170
millones de personas nos muestra una
variedad de costumbres, idiomas y tradiciones dadas por los 250 grupos étnicos
que coexisten. Un País que vio como su oro
negro descubierto alrededor de los años 60 hacia una de las economías más
crecientes del mundo. Un país de contrastes, sábana en el norte y centro y
Selva en el Sur. Un País de riquezas mal distribuidas donde el 80% de los beneficios derivados de la venta de petróleo está destinado tan
sólo al 1% de la población. Un país de diversidad de colores donde el negro
abunda en las aguas ya tintadas del rio Delta, donde grandes compañías como
Shell actúan con total impunidad devastando regiones enteras con sus vertidos. Dirigentes
locales, activistas armados, trabajadores de la industria petrolífera, y
aldeanos anónimos, cuyos destinos están inextricablemente vinculados. La paradoja de la pobreza en el medio de la
abundancia.
Multinacionales alemanas, inglesas, chinas y
estadounidenses se apropian de grandes extensiones de tierras, expulsando
grandes sectores de la población rural que se dirigen a las ciudades buscando
sobrevivir. Este es el verdadero caldo de cultivo adecuado para la
multiplicación de redes de trata y el tráfico de mujeres.
Estas atrocidades de las multinacionales en Nigeria
nos fueron contadas en su famosa novela de John le Carre publicada en 2001
y posteriormente llevada al cine en 2005
(el Jardinero fiel) inspirado en hechos reales. Acontecimientos crueles que
olvidamos por interés a no querer ver la realidad. El problema es que la
humanidad de hoy no tiene idea de su verdadera identidad, estamos atrapados en
un ciclo de miedo, apatía y odio.
Cientos de niñas están siendo vendidas por unos
cuantos euros como mercancía sexual, pero el mundo mira hacia otro lado. Hoy,
es Nigeria la que nos ha sobresaltado con un hecho que linda con la locura de
un grupo de salvajes, pero no nos olvidemos que los salvajes también se
encuentran entre nosotros con traje y corbata, protegiéndose con estudiadas
palabras y donde los intereses económicos superan los humanitarios haciéndonos
ver todo lo contrario.
“No nos
engañen, salven a esas niñas pero no nos vendan la humanidad”.
·
Mi reconocimiento a Albert
Chinualumogu Achebe, escritor, filósofo, profesor nigeriano. Novelista, poeta y
crítico literario, sobre todo conocido por una de sus obras, “Todo se desmorona”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario