Debo contarte un pequeño secreto que oí mientras paseaba esta mañana por mi jardín.
Observaba las flores que parecían dejarse mecer por el vaivén del viento, pero en realidad, ¡estaban bailando!
Sus colores eran aún más brillantes que otras veces y destellaban una luz especial embriagando el aire con sus aromas.
Me acerque a una de ellas para percibir su olor más intensamente y oí como charlaban entre ellas.
¿Qué ocurre?, pegunté. Parece un día tan especial,¡estáis todas deslumbrantes!.
Efectivamente -me contestaron-, una de
nosotras quiso descubrir lo que hay más allá de este jardín y una mañana
destapo suavemente sus raíces dejándose llevar por el cálido viento, su
valentía, fuerza y entereza la mantuvo siempre al frente y nunca se
dejo vencer.
Dicen que la lluvia casi la ahogó, que
el aire la desplazo a tierras muy lejanas donde casi no brillaba el sol,
atravesó el desierto donde sus hojas casi pierden su brillo y todo su
esplendor.
Pero ella nunca desistió, creyó en la
nobleza del hombre, en la caridad y en el amor, nunca tuvo miedo a ser
deshojada; derrochó en su viaje alegría, vitalidad, humor. Hoy nos hemos
enterado que la flor ha caído en manos de un ser extraordinario, ha
vuelto a cubrir sus raíces en otro maravilloso jardín y es su resplandor
y no el nuestro el que nos hacer brillar.
La ilusión y el amor perduran a través del tiempo y la distancia. Nunca mueren, sólo…“ duermen“ -Continuó otra florecilla-.
No dejes morir tu sueño de vivir. Vive tus sueños hasta que te llegue el momento de vivir de tus recuerdos.
También hablo y me contestan las plantas, árboles y flores.
ResponderEliminarEntré en la página porque hacía muchos años que no veía violetas
Puse en la barra de Google: Jardin de Violetas y salió tu maravilloso jardín. Que lo sigas disfrutando.
Me encantó tu comentario.
Un placer.
Fernando.