Las mujeres las grandes olvidadas de la historia, las que hemos estado durante siglos relegadas a un segundo ó tercer plano dentro de la sociedad, a las que nos han vetado desarrollar nuestros intereses y capacidades durante siglos, vemos por fin, como la sombra de esa mano amenazante se va abriendo hacia una mayor claridad.
Pero no nos engañemos, ya que el reflejo de esa oscuridad permanece aún en muchos países y en muchas mentes. Gobiernos dirigidos por hombres cuyas normas dictatoriales hacen que la mujer permanezca aún en la lobreguez.
Aún nos queda mucho, mucho camino por andar, mucho trecho por recorrer. En teoría éramos libres pero los hechos nos fueron mostrando como esclavas a los largo de la historia.
Ya desde el siglo IV a.c., si Platón fue un pequeño a avance que pugnaba débilmente por la igualdad hombre-mujer, su discípulo Aristóteles fue una clara regresión, y desde entonces estuvimos allí, tras ese invisible tapiz, ocultando nuestras caras, nuestros nombres, nuestra inteligencia, nuestro ser.
El nombre de la mujer no tuvo ni infancia ni adolescencia, apareció en su madurez.
Dicen, que son los techos de cristal donde muchas mujeres se ven reflejadas y se niegan a crecer. Yo no lo creo. Los techos de cristal son esas altas e invisibles barreras que aparecen cuando las mujeres lentamente se acercan, bloqueándoles la posibilidad de avanzar, de crecer.
Grandes mujeres y bellas almas; mujeres del mundo como Marie Curie, Teresa de Calcuta, Rigoberta Menchú, Selma Lagerlöf, Herta Muller, Elinor Ostrom, Barbara McClintock son un pequeño ejemplo del nuevo camino que nos han ido abriendo.
Cualquier país o sociedad en el que la mujer no goce del debido respeto, igualdad de derechos, seguridad y libertad, será reconocido como un país dictatorial y una sociedad poco emancipada. Sigamos adelante mujeres del mundo, haciéndonos reconocer hasta en el más recóndito rincón. Consigamos que por fin se vea nuestro nombre, nuestra cara, nuestro ser, siendo nosotras mismas, rompiendo con fuerza y sin miedo todos “Los Techos de Cristal”que a nuestro paso nos vayan poniendo.