Cada día que pasa este mundo es más atroz y disparatado. El ritmo de vida, la cada vez peor alimentación, los aditivos, colorantes, azúcares, edulcorantes, ondas electromagnéticas, la contaminación ambiental y la mediocridad individual y colectiva, acechan nuestra vida diaria.
Estamos tan acostumbrados a nuestra mediocridad que hemos terminado por aceptarla como el estado natural de las cosas.
Ya no sabemos si ignorar lo que vemos y sentimos o seguir viviendo. Meternos en un rincón y dejar que el día de paso a la noche y la noche al día. No hablar, ni denunciar. Este sería el mundo visto a través de los ojos de los débiles, indecisos y pesimistas aunque no les falten sus razones. Lo llamaríamos “el futuro Inalcanzable”.
Sin embargo los temerosos, desconfiados, cobardes y asustadizos de su propia sombra, los que no ven la luz aunque caminen entre ella, verían a través de sus ojos “el futuro Incierto”, y tampoco les faltaría sus razones.
Pero para mí y a pesar de todo, tendríamos un tercer futuro, el de los valientes, osados audaces, valerosos e intrépidos. Visto a través de sus ojos sería “el futuro de la Oportunidad”.
Veamos a través de estos ojos aunque no nos falten razones para verlo con otros.
Seamos optimistas viendo un futuro lleno de oportunidad sin dejar de ser críticos. Dejemos a un lado lo inalcanzable reforzándonos a nosotros mismos, denunciando lo que no nos guste y tomemos nuestras propias decisiones. Desterremos el temor y la visión de un futuro incierto y luchemos por alcanzar la oportunidad que se nos brinda a través de una clara y lenta meditación de lo que actualmente está ocurriendo a nuestro alrededor.
Un nuevo año está a punto de comenzar, veamos en este próximo 2013, una nueva oportunidad.